
Ya hemos superado la mitad del año, lo que significa que muchos equipos se enfrentan a cambios de prioridades, distracciones veraniegas y ese típico bajón de mitad de año. Para los líderes, este es un momento crucial para realinear, recargar energías y reconectar tanto ellos mismos como con sus equipos.
A continuación se presentan tres formas prácticas en las que los líderes pueden reavivar el enfoque y la motivación para terminar el año con fuerza.
- Reconecta con el propósito y la claridad
El propósito no es superficial, es fundamental. Un artículo reciente sobre liderazgo con propósito enfatiza que replantear la razón de ser de tu equipo y cómo su trabajo se conecta con objetivos más amplios genera motivación y confianza.
Consejo: Organice una sesión para recordarles a todos la misión, destacar los logros recientes y crear espacio para la reflexión personal: «¿Qué aspectos de nuestro trabajo aún te importan?»
- Haz una pausa para reflexionar verdaderamente
Haz una pausa intencional. Una guía de empleo de LinkedIn News lo llama «renovación de mitad de año» , un momento para evaluar objetivos, reorientar tu plan y descartar lo que ya no funciona.
Consejo: Organicen una breve reunión de reajuste con su equipo, haciéndoles algunas preguntas sencillas para reenfocarse y realinearlos. Prueben con preguntas como: ¿Qué les da energía ahora mismo? ¿Qué les quita tiempo o concentración? ¿Hay alguna prioridad que ya no tenga sentido? Estas reuniones pueden revelar qué funciona y qué necesita cambiar.
Luego, realinearse en torno a las 2 o 3 cosas que deben hacerse en la segunda mitad de 2025.
- Fomente la Cultura del Reconocimiento
Se ha demostrado que el reconocimiento reduce la rotación de personal. Gallup ha descubierto que los equipos que practican elogios frecuentes y significativos tienen una rotación de personal un 45 % menor .
De hecho, un artículo reciente destaca cómo el reconocimiento regular entre pares genera compromiso, colaboración y concentración, a la vez que reduce la rotación del personal.
Consejo: Fomente una cultura de reconocimiento enseñando a los gerentes a destacar comportamientos positivos específicos dentro de las 24 horas posteriores al impacto. Fomente las menciones semanales entre colegas y acostúmbrese a reforzar públicamente los logros, grandes o pequeños, para mantener la moral alta y un impulso sólido.
¿Tu próximo paso? Crea un breve manual de estrategias, una reunión de reconexión con propósito, una sesión de reflexión y un ritual de reconocimiento. No tienen que ser grandes; la constancia importa más que la escala.
Una pregunta para ti: ¿Cuál de estas opciones tiene más impacto en tu equipo ahora mismo? ¿Qué cambio implementarás este mes? ¡Compártelo en comentarios!
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